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Por qué respirar el aire de la CDMX es como fumar 40 cigarrillos

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Puedes creer que tu "break" para respirar profundo te hace bien, pero la realidad es que en la CDMX hay un solo lugar donde puedes respirar el aire más puro; conócelo.
Ojos rojos, una sensación constante de que estornudarás y, en el peor de los casos, una pésima tos que aunque todos los días te cuidas del cambio de temperatura, no parece abandonarte. ¿Cuántos de estos síntomas creerías que contrario a la creencia común, en realidad son resultado de la mala calidad del aire en la Ciudad de México?

Cuando se trata de grandes urbes, como la Ciudad de México, en las que los medios de transportes primordiales son motorizados, existen industrias  fábricas provocando que los espacios verdes sean mínimos —junglas de concreto suelen llamarles—, es común que la calidad del aire sea considerablemente mala en comparación con sitios alejados de las ciudades. Si bien todo buen capitalino se ha adaptado y hasta alguna vez ha hecho alguna broma sobre la nata de smog que por varios años caracterizó a la ciudad, lo cierto es que eso no los hace inmunes a todos los riesgos de salud que respirar aire sucio provoca, después de todo, es una de las ciudades más contaminadas del mundo.


De acuerdo con los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la contaminación del aire es el uno de los riesgos mediombientales más importantes. Por ejemplo, con base en los datos del 2016 de la CDMX, la contaminación atmosférica provoca 4.2 millones de defunciones prematuras, del mismo modo, deriva en accidentes cerebrovasculares, cáncer de pulmón y neumopatías crónicas y agudas como el asma.

«Las partículas —que se encuentran en el aire contaminado— tienen la capacidad de ingresar a las vías respiratorias más profundas, ocasionan un estado de inflamación que genera irritación y daño en los tejidos pulmonares, debido a su reactividad oxidante y al hecho de que una vez que entran no salen del organismo». Además, «existe evidencia de que la exposición continua o crónica a estas partículas causa efectos en el sistema cardiovascular, nervioso, renal y otras funciones del organismo, como la respuesta metabólica, además de que modifica la expresión de genes de las células, lo que puede favorecer que haya transformaciones celulares o cáncer, entre otros padecimientos».

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